CONSEJO DE LA FRATERNIDAD
El recién estrenado Consejo de la Fraternidad ha llevado a cabo las tareas que se había propuesto. Dialogaron con cada uno de los miembros de la fraternidad para discernir su participación y pertenencia en la misma. Han elaborado un plan de formación junto con una pauta de revisión de la vida y compartir para las pequeñas comunidades (Cochabamba, Anzaldo y Cocapata). Han presentado una propuesta de Estatuto de la Fraternidad de Bolivia fundamentada en el Estatuto de Brasil. Y finalmente han preparado un retiro y asamblea para el pasado 15 de marzo. Enhorabuena por este trabajo eficaz.
ASAMBLEA Y RETIRO DE LA FRATERNIDAD
Según estaba preparado por el Consejo, nos reunimos en la casa de formación de Cochabamba los laicos y religiosos de la fraternidad. Los laicos estaban en su totalidad: Daniel e Isidora, Humberto, Mirian, Noelia, Agustín, Gerardo, Roxana, Limber y Sacarías. Además nos acompañó Ninfa, en proceso hacia la fraternidad, que participa en la comunidad de Cocapata; y Ronal, que está también vinculado aunque no pueda participar en una comunidad por sus horarios. Otras cuatro personas están en similar situación que él. De los religiosos, estuvimos la casa de formación casi al completo, más los tres de Anzaldo y Justino. Por causa de las celebraciones litúrgicas en San Rafael, algunos padres no pudieron estar presentes.
La mañana fue intensa, comenzando por una larga y participada oración. A continuación dedicamos un tiempo amplio al Estatuto. Se hizo una lectura completa del texto y, posteriormente, a pedir aclaraciones y debatir posibles modificaciones. Finalmente se votó el texto y fue aprobado ampliamente. Nos felicitamos, porque es importante este ideario que clarifica e impulsa la comunión entre las diversas vocaciones en las Escuelas Pías y su misión.
También hubo un tiempo suficiente para la revisión y oración personal con un texto preparado previamente, pues a continuación, en la eucaristía, íbamos a realizar la renovación de la promesa con una breve fórmula de acción de gracias por el regalo de la Fraternidad Escolapia. Los laicos renovaban la promesa que hicieron unos en 2008 y otros en 2012. Los religiosos significamos con esta fórmula nuestra renovación de nuestra consagración religiosa y la comunión con la Fraternidad de las Escuelas Pías.
En este contexto, la eucaristía fue profunda y muy sentida. Damos constantemente gracias a Dios porque en nuestra humilde realidad nos bendice y acompaña.