Hoy se celebra el día de San Pompilio: nació en Italia. En un marco familiar estable y de abolengo. Un día jugando en el sótano de su casa, encontró un cuadro de la Santísima Virgen, le gusto tanto que lo puso en su alcoba. Le dijo a su madre muy emocionado: “Un día, cuando yo sea sacerdote, vendré y celebraré la misa delante de este cuadro”. Ingresa a la congregación de los Padres Escolapios, la cual es una comunidad dedicada a la enseñanza de los niños pobres.
Su salud presentó ciertas dificultades, pero le apasionaba tanto su labor que mantenía el buen ánimo para enseñar a los niños. Pompilio comenzó a tener fuertes presentimientos de lo que iba a suceder. También comenzaron a hacerse famosos sus milagros. Poseía una gran personalidad y siempre estaba ahí dispuesto a ayudar al prójimo.
Su vocación por la Virgen María la inculco, decía:“Sean muy devotos de la Virgen María”. Luego de varios años de sacerdote, fue a casa de su madre para realizar una misa. Ella estaba muy emocionada y decoro el lugar incluyendo aquel cuadro de la Virgen María. Pompilio exclamo: “Bendito sea Dios que me ha permitido cumplir aquellas palabras que de niño dije”. Fue enviado a muchos lugares como misionero. Sus milagros y visiones eran constantes, un día exclamo que la Virgencita lo quería a su lado. A los pocos días falleció a la edad de 56 años.