Señor Jesús, mira con amor y protege a las Escuelas Pías, pequeña y modesta parcela de tu Iglesia.
Haz que quienes hacemos parte de ella vivamos dignamente la vocación escolapia a la que hemos sido llamados; que trabajemos eficazmente en la educación humana y cristiana de los niños y de los jóvenes, especialmente de los más pobres; y que todo nuestro empeño sea procurar tu gloria y la utilidad de nuestros hermanos.
Amén.