Cada cristiano, cada comunidad, cada Fraternidad ha de plantearse cómo seguir dando pasos en su crecimiento, en su seguimiento a Jesús, en su colaboración con la construcción del Reino de Dios.
Presentamos aquí 20 propuestas que pueden ayudarnos a pensar nuevos pasos:
- Leer, meditar, compartir, rezar con el Estatuto que define nuestra Fraternidad.
- Elaborar y aplicar encuesta de autoevaluación con los rasgos de la vocación común de la Fraternidad que nos sirva para marcar pasos de mejora.
- Preparar la renovación anual de la promesa por la Fraternidad y también la promesa para siempre en la Fraternidad (la Opción Definitiva)
- Poner en marcha un funcionamiento económico que asuma los gastos internos de la Fraternidad y que colabore con la misión escolapia (Itaka – Escolapios es una excelente manera como ya están haciendo unas cuantas Fraternidades).
- Cuidar motivación para la entrada en la Fraternidad: es necesario que llegue a ser una respuesta vocacional (cuidado con las motivaciones laborales).
- Reflexionar sobre la posibilidad vocacional de integración jurídica, el escolapio laico.
- Trabajar con el modelo de presencia participando en los Equipos locales de presencia y también en el Equipo de Presencia Provincial. Si no existieses, intentar crearlo junto con la Provincia.
- Plantear, junto con la Provincia, la puesta en marcha de los ministerios escolapios encomendados a laicos
- Elaborar y estudiar en comunidad algunos temas de formación en torno a nuestro modelo eclesial y escolapio
- Dar pasos para la incorporación de mayor número de jóvenes a la Fraternidad
- Hacer encargos personales desde el Consejo y/o la propia comunidad
- Mayor presencia de religiosos en la Fraternidad y de laicos (familia, pareja…)
- Reflexionar o renovar lo que supone el compromiso de la entrada de la Fraternidad en Itaka – Escolapios
- Reflexionar y animar el papel de los miembros del Consejo de la Fraternidad, de los animadores y de cada miembro de la Fraternidad en su entorno
- Asumir el reto de hacer presente la Fraternidad en todas las presencias escolapias.
- Soñar juntos, uniendo los cuatro elementos de revitalización: Orden, Fraternidad, Itaka – Escolapios y el Movimiento Calasanz
- Trabajar la identidad de comunión, huyendo de las identidades asesinas que sólo piensan en lo particular e impiden lo universal.
- Dedicar algún retiro o encuentro fuerte a profundizar en nuestra identidad como Fraternidad: lo significa asumir comunitariamente el carisma y la misión escolapias.
- Cuidar la vida de cada pequeña comunidad, su plan de formación, la calidad de sus encuentros…
- Descubrir que somos respuesta a la vocación de un Jesús que nos llama a ser sus compañeros y ser enviados a hacer milagros predicando la Buena Nueva.