Posiblemente la mejor aportación de Calasanz, además de su entrega personal y la puesta en marcha de la Orden de los Escolapios, es presentarnos tres grandes intuiciones que conlleva la misión escolapia:
- La educación es el camino para proporcionar felicidad ahora y en el futuro a quien recibe una formación integral, con acompañamiento y dirección, que le posibilita tener claro a dónde va y cómo puede ser el proceso.
- La educación es la mejor forma de construir un mundo mejor, por medio de las personas que son educadas y por las posibilidades que ofrece una escuela abierta al entorno. Y lo mismo podemos decir de una Iglesia mejor.
- La educación, la buena educación, agrada especialmente a Dios. No es casualidad que Jesús fuera «El Maestro».