Conviene recordarnos con frecuencia estos cinco elementos fundamentales para renovar las Escuelas Pías y multiplicar su capacidad de vida y de misión:
- La Orden viviendo en profundidad las nueve claves de vida que el último Capítulo General destacó: pastoral vocacional, formación inicial, vida comunitaria, formación permanente, ministerio escolapio, integración carismática y misión compartida, economía, nueva estructuración de la Orden y carisma escolapio.
- La Fraternidad dando respuesta a sus diez desafíos: claridad en la identidad, lugar real en la Demarcación, participación adecuada de los religiosos, flujo de nuevas incorporaciones, participación en los distintos ámbitos de fraternidad, diversidad vocacional, ministerios escolapios, presencia escolapia, Movimiento Calasanz e Itaka – Escolapios.
- La Red Itaka – Escolapios para dar más entidad a la Fraternidad y apoyar la Orden, para colaborar en la misión escolapia en todo el mundo, especialmente con los más necesitados de cambio social, de crecer en la fe y de educación.
- El Movimiento Calasanz, como red de grupos trabajando procesos personales de crecimiento y descubrimiento de la propia vocación, donde no puede faltar la oferta de las grandes propuestas escolapias (ser religioso, ser miembro de la Fraternidad y de las demás modalidades de participación escolapia).
- El funcionamiento con equipo y proyecto de presencia en cada localidad, en cada país o Demarcación, en el conjunto de las Escuelas Pías, como espacio de crear Comunidad Cristiana Escolapia con cabida para todos y como espacio de coordinación y sinergia de todos estos elementos.
Ya vamos caminando, es mucho el camino recorrido y también las siguientes etapas que hemos de ir alcanzando.