Siempre hay novedades en la historia de quien sabe mirar y es bueno destacar algunas en lo que el Papa presentaba a los escolapios como «nuevo Pentecostés escolapio».
Son muchas novedades en nuevas vocaciones, nuevas presencias escolapias, nuevos proyectos, nuevos signos de la presencia del Señor en medio de nuestro mundo, nuevos desafíos…
Ahora me gustaría referirme a novedades relacionadas con la participación en las Escuelas Pías de numerosos laicos: los veinte primeros escolapios laicos, los ministerios encomendados a laicos (en dos Demarcaciones), las comunidades conjuntas (en 6), los envíos de laicos a otros países y presencias (en 7), los equipos de misión compartida (en 4), los equipos y proyectos de presencia (en 4-6), el desarrollo de la Comunidad Cristiana escolapia, el Movimiento Calasanz con procesos completos hasta una desembocadura adecuada, la colaboración económica con los diezmos para la misión escolapia…
No podemos olvidar la Red Itaka – Escolapios, como entidad compartida de forma institucional entre la Orden y la Fraternidad (en 11 Demarcaciones y 6 Fraternidades). Y, por supuesto, la propia Fraternidad (en 11). En estas novedades nos jugamos mucho del futuro escolapio.
Todas esas novedades están muy relacionadas entre sí y tienen como denominador común la Fraternidad. Cuando la Fraternidad está bien centrada, cuando ha realizado un buen proceso de formación y cuando se mantiene bien situada en las Escuelas Pías, estas novedades y otras muchas seguirán apareciendo y serán un gran regalo de Dios.
Algo nuevo está naciendo y es una oportunidad en este Pentecostés escolapio que estamos viviendo.