Calasanz sigue hoy muy presente en el mundo por la cantidad de personas que atiende en centros educativos y sociales de diverso tipo, así como por el número de religiosas y religiosos de las distintas Congregaciones religiosas que formamos parte de su familia, por los cientos de hermanos y hermanas de la Fraternidad de las Escuelas Pías, por los miles de colaboradores y de personas que ven en Calasanz una referencia de vida y un camino para construir un mundo mejor para toda la humanidad.