El ministerio escolapio, definido por Calasanz como insustituible, será el tercer núcleo importante que queremos trabajar en el próximo Capítulo General, junto con los dos que han sido objeto de mis anteriores cartas fraternas (“la construcción de la Orden” y “el escolapio que necesitamos”) y el cuarto al que me referiré en la próxima, si Dios quiere (la centralidad de Jesucristo). Dice así Calasanz en el Memorial al cardenal Tonti: “Y entre estas últimas se cuenta la Obra de los Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, con un ministerio insustituible, en opinión común a todos, eclesiásticos y seglares, príncipes y ciudadanos, y acaso el principal para la reforma de las corrompidas costumbres; ministerio que consiste en la buena educación de los muchachos en cuanto que de ella depende todo el resto del buen o mal vivir del hombre futuro”…
Encontramos el documento completo en https://scolopi.org/un-ministerio-insustituible-2/