El Evangelio de hoy nos invita a ser mensajeros de la alegría… y el motivo de ese gozo es decubrir el regalo que nos hace el Padre del cielo: la fraternidad que hemos de descubrir y hemos de construir cada día.
Hoy la Fraternidad es enviada nuevamente a preparar la Navidad mediante una vida feliz y plenamente fraternal en cada uno de nosotros, en cada una de nuestras comunidades, en cada una de nuestras escuelas u obras escolapias, en cada presencia donde nos encontremos… y en el mundo entero.