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El P. Gianbattista Monti (1832-1889), de Nápoles, inventa el dirigible, pero el P. General Calasanz Casanovas le dice que no puede volar.

Los escolapios han oído hablar sin duda del P. Eugenio Barsanti (1821-1864), toscano, inventor del motor a explosión. Cuando fue a presentarlo a Bélgica enfermó de una extraña enfermedad y murió a los pocos días. Su familia siempre pensó que había sido envenenado. El caso es que poco tiempo después los alemanes Daimler y Benz presentaron la patente de un vehículo que se movía por sí mismo, automóvil, con un motor muy similar al que había inventado nuestro P. Barsanti…  a quien Italia considera un hijo ilustre y gran inventor.

Tenemos el artículo completo en https://www.panoramacalasanz.org/2020/12/23/piedad-letras-y-mas/?fbclid=IwAR24Ri-PcC5_JB1hCf3BuaGizjmb1hYVVUdKyfuEQDrDwkG-IWxzfu-BZVw