Cuando casi 260 millones de niños y niñas en 2019 no asistieron a la escuela, según la ONU, y unos 617 millones de jóvenes de todo el mundo carecen de conocimientos básicos de matemáticas y alfabetización…
Cuando muchos jóvenes carecen de una educación que oriente su vida y les prepare para ella, cuando no conocen vitalmente la propuesta de Jesús para construir un mundo fraterno…
Cuando nuestro mundo es profundamente injusto y desigual, indiferente al dolor de los demás…
… es más necesario que nunca que los escolapios, y quien se apunte, podamos ofrecer una educación cristana transformadora que les posibilite vivir plenamente y que colabore en la construcción de una sociedad mejor para todos.