Dicen que hay dos grandes cuestiones para interrogarse: «¿por qué?», que se inicia en la infancia, y «¿por qué no?», que es indicativo de la juventud.
El reto es saber cuál de ambas preguntas ha de responderse en cada caso. La vida es un viaje guiado por una pregunta que evoluciona desde el «¿por qué?» al «¿por qué no?»
Y todavía se complementa con otras dos preguntas: «¿por qué no yo?» y «¿por qué no ahora?» Estas son ya preguntas para gente muy valiente.