Cuando nos acercamos un nuevo Capítulo General, en enero del próximo año, merece la pena situarnos en el lema que lo guiará: «Bajo la guía del Espíritu Santo».
Eso significa que, ya desde ahora, hemos de estar en actitud de escucha, de docilidad, de disponibilidad a lo que Él nos pueda indicar. Y caer en la cuenta que el Espíritu habla por muchos caminos y muchas personas: la oración, la Palabra. la comunidad, los pobres, los pequeños… y quizá en estos tiempos y para los escolapios en el laicado escolapio y sobre todo la Fraternidad, en los jóvenes y sobre todo el Movimiento Calasanz, las llamadas de nuestro mundo, la sinodalidad y sobre todo en las diferentes formas de misión y carisma compartido, en las mujeres y sobre todo las más comprometidas y necesitadas, en los necesitados y sobre todo en aquellos con los que compartimos vida, en la novedad, en el coraje…
Pidamos al Espíritu que nos vaya despertando la sensibilidad para dejarnos guiar por Él.