Muchas veces se sitúa la Red internacional Itaka – Escolapios como una entidad de ayuda económica a la misión escolapia… y ciertamente lo es. Pero la mayor ayuda es iniciar una experiencia, de varias décadas, de compartir real e institucionalmente misión y vida escolapia en muchas lugares, en muchos proyectos y obras, en mucha vida escolapia.
Cuando la Orden y la Fraternidad General asumen esta entidad para trabajar juntos, para pensar juntos, para actualizar a Calasanz y su misión juntos, estamos haciendo muy real esa sinodalidad de la que tanto se habla actualmente en la Iglesia como un paso fundamental para ser más fieles como cristianos.
Hoy el desafío es hablar de sinodalidad, y mucho más descubrirla en medio de nosotros en pasos de escucha mutua, de crear también unas Escuelas Pías más participativas y corresponsables, más abiertas a las personas y entidades que comparten el carisma de Calasanz como son las Fraternidades y los escolapios laicos.
Se trata de un precioso camino que ya vamos recorriendo. 