Estamos comenzando el año 2022, que viene con muchos desafíos escolapios. Vamos a destacar algunos de ellos:
- Del 20 de enero al 10 de febrero celebramos un nuevo Capítulo General, que elegirá el P. General y sus asistentes y que marcará las líneas escolapias para los próximos seis años.
- Entramos en un tercer año de pandemia con sus consecuencias de muertes, empobrecimiento, dificultades educativas y de todo tipo. Hemos de seguir adelante con ánimo e iniciativas que respondan a esta situación.
- Tenemos los escolapios una gran misión, con la novedad de nuevas presencias y proyectos, que hemos de seguir impulsando cada día con más fuerza y también mejores resultados.
- La centralidad de Jesús en nuestras vidas no debiera ser novedad, pero sí el procurar que sea un año especialmente sensible al encuentro con el Señor.
- La Iglesia nos lanza algunas propuestas de muchísimo interés: el cuidado de la Casa común, la Fraternidad universal, la economía más justa, la sinodalidad, la labor con la juventud y su discernimiento vital…
- Es un año vocacional escolapio, donde queremos dar especial ímpetu a la llamada a ser religioso escolapios dedicado plenamente a seguir a Jesús desde la labor educativa y transformadora, sobre todo con los más necesitados.
- La Fraternidad ha de continuar desarrollando las líneas que marcó la Asamblea General, creciendo en identidad, en presencia, en misión… y también la Red Itaka – Escolapios, con el horizonte de entrar en cuatro nuevos países, ha de asumir esa gran responsabilidad escolapia.
Y, sin duda, hay otros muchos desafíos que tenemos que ir descubriendo y dando resspuesta: un año apasionante.