El 12 de abril de 1971 el Colegio escolapio de Bilbao compró un caserío a 40 kilómetros de la ciudad para enriquecer su labor educativa, superando el espacio físico, temporal y mental del colegio, con un lugar de encuentro con la naturaleza, convivencia, espiritualidad…
El colegio «a pleno tiempo», con actividades pastorales y extra-académicas que ya existía, tiene ahora un espacio de ensueño, de experiencias únicas (convivencias, campos de voluntariado, campamentos, cursillos, encuentros…) que dan otra dimensión a la labor escolapia.
En la actualidad contamos con bastantes experiencias semejantes que, sabiendo aprovecharlas, se convierten en innovación educativa y pastoral… ¡desde hace más de 50 años!