Las Escuelas Pías han de estar (como ya están en muchos lugares) impulsando muchas acciones y proyectos de misión escolapia: colegios, parroquias, centros sociales, hogares, deportes, educación en el tiempo libre, asistencia social, voluntariado, proyectos solidarios y transformadores… y, por supuesto, el Movimiento Calasanz que puede ser el instrumento de acompañar las personas y complementar toda la acción escolapia.
Para ello, la Orden y la Fraternidad han de caminar juntas, compartiendo lo que sea conveniente en la Red Itaka – Escolapios, impulsando el equipo de presencia en los distintos niveles para dejar sitio a todos y funcionar con sinergias, promocionar la Comunidad cristiana escolapia como espacio de signo y celebración… y, sobre todo, colocando a los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y pobres en el centro de nuestra vida y misión.
