Vivimos un momento con muchas informaciones, conocimientos, llamadas, invitaciones, intereses, miedos, opiniones, criterios… que no siempre son inocentes y que nos pueden llevar a tener puesta la atención en asuntos poco importantes para vivir de verdad.
En medio de ese maremagnum nos jugamos el dejarnos llevar por lo superficial, por las diversas manipulaciones, por el «opio del pueblo», por el culto al propio criterio (que casi nunca es propio)… y no centrar nuestra atención y nuestra vida en lo realmente importante.
La propuesta en estas líneas es poner la atención en todo lo que favorece un mundo más humano, más hermano. Centrarnos en el Dios de Jesús que nos invita a mirar con ojos de misericordia, de bienaventuranza.
Merece la pena leer este artículo de «Cristianismo y Justicia», que amplía la reflexión planteada: https://blog.cristianismeijusticia.net/2022/08/16/la-atencion-que-nos-roban