Desde verano de 1994, la Red Itaka – Escolapios impulsa este proyecto, consistente en un plan de dos años: el primero para prepararse para compartir durante un mes la vida, comunidad, oración, misión con una comunidad de los escolapios en otro país; y el segundo, para incorporar en el proyecto de vida la experiencia de ese tiempo.
Es un proyecto para enriquecer el proceso del Movimiento Calasanz en la etapa de discernimiento, más o menos, con vistas a experimentar más de cerca el carisma escolapio con los más pobres y enriquecer con ello la vocación a la que cada cual ha sido llamado.
En estos 26 años de experiencia han sido decenas de jóvenes, también alguno de la Fraternidad más adulto, que ha salido de su mundo para descubrir la SAL de los escolapios en otros lugares.