Creo que esta es una de las claves desde las que la Orden debe tratar de abordar el gran desafío de la Formación Permanente, y que nuestro directorio expresa con una palabra muy exigente y propia de nuestra vocación: el desafío de la “docibilitas”, que quiere decir “estar en disposición de aprender, desear aprender”.
Me parece que esta propuesta que nos hacemos a nosotros mismos, “estar en disposición de aprender”, es audaz y exigente, y está llamada a generar un dinamismo profundo de cambio y renovación, si nos atrevemos a sacarle todo el jugo que lleva dentro. Si la entendemos bien, podremos acercarnos a la comprensión de la Formación Permanente como un proceso integral de crecimiento y fidelidad vocacional que se vive de modo personal, se comparte de modo comunitario y se impulsa de modo institucional.
Encontramos la carta completa en https://scolopi.org/wp-content/uploads/2023/02/salutatio-202303-marzo.pdf