La asamblea del sínodo que tendrá lugar el octubre de este año. Este encuentro de obispos y laicos en el Vaticano durará un mes precedido de tres días de ejercicios espirituales y, para entenderlo mejor, tenemos que recordar que el sínodo, por voluntad del Pontífice, ya no es un evento sino un proceso.
Por otro lado, la Secretaría General que se ocupaba solo del sínodo de los obispos ahora se ocupa de promover la sinodalidad en la Iglesia y por eso su nombre ─después de la reforma de la curia─ es: Secretaría General del Sínodo.
El encuentro de cuatro semanas será un momento álgido de ese proceso porque más de 300 participantes: entre obispos, miembros de la vida consagrada, laicos y autoridades de la Curia Vaticana, además de escuchar, querrán hacer escuchar su voz.
Muchas conferencia episcopales ya tienen sus representantes y el Papa también invitará a expertos, oyentes y otros miembros, a quienes ─según ya anunció en una entrevista─ otorgará el voto, no solo a los obispos. Y si bien esta es una novedad, se debe tener claro que esa asamblea no toma decisiones a través de sus votos, sino que llega a conclusiones que son entregadas al obispo de Roma y después él decide. A veces, la información se centra solo en el aspecto ideológico del «voto sí», o «voto no».
Ahora bien. La semana pasada la Secretaría del Sínodo anunció que el Instrumentum laboris estará listo a finales de mayo. Se trata de un texto guía durante la asamblea y que debería reflejar los temas que han surgido desde el año 2021.