Celebramos hoy el día de Calasanz en gran parte del mundo escolapio del mundo. Y lo queremos celebrar dando gracias a Dios por este hombre que abrió y sigue abriendo caminos de esperanza para miles de niños y jóvenes de todo el mundo.
Y gracias también a todos los escolapios, religiosos y laicos (muy especialmente a la Fraternidad y los escolapios laicos) que hacen posible que la obra de Calasanz siga adelante.