Cuando vemos una llamada a nuestro alrededor, cuando una urgencia necesita una respuesta, cuando es necesaria una actuación arriesgada… con frecuencia miramos, alrededor para que sean otros quienes actúen, mientras nosotros seguimos como y donde estamos.
Pero, ¿y si tú eres el escolapio que necesitamos? ¿Si tú, que crees que no eres capaz, que no te atreves, que piensas que otros lo harán mejor, eres el escolapio que necesitamos, el que va a abrir nuevos caminos, quien se convierte en voz del Señor en este momento?
No valen excusas que soy joven o mayor, religioso o laico, más o menos preparado… si es el Señor quien te llama. Pregúntate: ¿eres el escolapio que necesitamos?