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Cada mes de octubre la Iglesia nos recuerda la importancia de los misiones, de la misión necesaria para contagiar la Buena Noticia de Jesús a nuestro mundo.
Todo seguidor de Jesús es misionero, tiene la misión (el encargo) de transmitir la Buena Noticia a su alrededor.
Normalmente llamamos misionero a quien deja su país para ir a otro con la tarea… y de eso sabemos mucho los escolapios que asumimos la actitud de estar «en salida», también en este sentido de marchar a otros lugares.
Sin asegurarlo, posiblemente alrededor de los religiosos escolapios han estado o están desempeñando su ministerio como misioneros. Y son más de cien miembros de la Fraternidad que también han dado o siguen dado algunos años de su vida en este sentido.
Oremos por los misioneros, pidamos al Señor que siga enviando misioneros… y preguntémosle si Él nos envía también a cada uno de nosotros.