La oración, la verdadera oración, que nos lleva al encuentro personal y comunitario con Dios, es la luz que debe guiar el caminar de la Iglesia, fundada por Jesucristo y desafiada a ser signo de su presencia
Reconocer los abusos en la Iglesia, denunciar la indiferencia con relación a los descartados, a los migrantes, a las víctimas de las guerras y del cambio climático, muchas veces se paga caro, inclusive siendo la cabeza del catolicismo
En un mundo dividido por la guerra, no seamos como aquellos que alimentan el odio, pues de eso, también en la Iglesia, las consecuencias siempre son dramáticas.
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