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En medio de la desgracia de estas terribles lluvias que han azotado la región de Levante en España y han causado más de 150 muertos, surge una respuesta humana, hermana, de solidaridad que tenemos que destacar, reconocer y llevar a nuestra propia vida.
Esto es, debiera ser en toda situación de dolor, la respuesta más normal.
Demos gracias a Dios y a todas estas personas que se ponen en marcha para ayudar a quien lo necesita.