Los conflictos bélicos han sido tradicionalmente narrados desde una perspectiva que exalta la figura masculina en el frente de batalla: soldados fuertes, armas y enfrentamientos directos, etc. Sin embargo, esta visión limitada refuerza estereotipos de género y olvida que las mujeres también formaron parte de estos escenarios. Más allá del campo de combate, las mujeres son las principales responsables de mantener la vida en medio del caos, asumiendo tareas esenciales como el cuidado de las familias, la gestión de recursos y la reconstrucción de las comunidades devastadas por la
guerra. Ampliar la mirada permite reconocer su contribución y reconstruir su relato histórico, integrándolo como una parte esencial de la Historia. Además, podremos entender que la guerra también se libra en el ámbito doméstico, donde la resistencia y la supervivencia son, en gran parte, sostenidas por ellas.
Sin embargo, la guerra no solo se libra en el frente, sino también en ho pitales, hogares y comunidades, donde son las mujeres quienes sostienen la vida en medio del caos. Su trabajo ha sido percibido como una extensión de sus roles domésticos y, por ende, invisibilizado por los historiadores.
Paradójicamente, en los conflictos actuales, donde las armas tecnológicas buscan minimizar daños colaterales, las víctimas civiles representan el mayor porcentaje de bajas, siendo muchas de ellas mujeres, que sufren las consecuencias directas e indirectas de la violencia armada.
Encontramos el mensaje completo en https://escolapios21.org/wp-content/uploads/2025/02/250200-Mujeres-y-guerras-66.mensaje-enredado.pdf y tambièn todos los anteriores en https://escolapios21.org/mensajes-enredados-para-transformar-nos/
