En 1620 fueron aprobadas las Constituciones que escribió Calasanz y que marcaron el camino de las Escuelas Pías, prácticamente sin modificaciones, hasta el 15 de abril de 1983 en que la Santa Sede aprobó las actuales, que se adaptaron a las directrices del Concilio Vaticano II.
Después de esta fecha, tan solo hub una modificación paraa dar cabida a las diferentes modalidades de participación en las Escuelas Pías, después del Capítulo General de 2015.