A finales de junio de 2024, 122,6 millones de personas en el mundo se habían visto forzadas a abandonar su hogar. De esa cifra, cerca de 43,7 millones eran personas refugiadas.
Además, había 4,4 millones de personas apátridas, es decir, personas a quienes se les niega el derecho a tener una nacionalidad y el acceso a derechos fundamentales, como la educación, la atención médica, el empleo y la libertad de circulación.
En un momento en el que una de cada 67 personas en el planeta Tierra se ha visto forzada a huir, la labor que ACNUR realiza nunca ha sido tan importante.