El padre Martínez, escolapio, nació en España y vino a Nicaragua a servir a los niños. Fundó varios colegios para Niños sin familias. Fue gravemente herido durante el terremoto de 1972. Tardaron en encontrarlo pero aún así cedió su puesto a un niño para que fuera atendido antes. Fue trasladado a León y allá murió el 29 de diciembre.
En 1994 la causa de beatificación fue trasladada a la diócesis de Valencia por Monseñor Miguel Obando y Bravo. El proceso diocesano de beatificación fue clausurado el 3 de noviembre de 2001. La Positio super virtutibus lleva fecha de 1 febrero 2006. Es venerable, si se aprueba que hubo un milagro por su intercesión llegaría a ser beatificado. Sus restos se encuentran enterrados en la cripta del Calasanz en Managua.
