Los religiosos escolapios somos llamados a una complicada y apasionante vocación, porque tenemos que integrar varias dimensiones en la propia vida, de manera armónica y plena:
- Somos seguidores de Jesús, que se convierte en el centro de nuestra vida, nuestro compañero y amigo, nuestroSeñor.
- Somos religiosos que asumismos el reto de intentar vivir las opciones fundamentales de Jesús: su cercanía al Padre, la vida en comunidad, el celibato por el Reino, la pobreza del compartir todos los bienes, la obediencia…
- Somos educadores, que queremos acompañar a niños, adolescentes y jóvenes para que desarrollen todas sus potencialidades, descubran la vocación que les hará felices y útiles, colaboren a la construcción de un mundo mejor.
- Somos sacerdotes, creadores de comunión y comunidad, anunciadores de la Buena Nueva de Jesús, servidores sobre todo de los necesitados, celebrantes de la presencia de Dios en nuestra sociedad;
- Somos escolapios, continuadores de un carisma transformador de personas y sociedades, miembros de una comunidad y entidad, identificados con una forma propia de vivir.
No son elementos superpuestos, sino plenamente integrados… tarea que resulta complicada y siempre apasionante.