El primero de septiembre de 1995 comenzaba el primer hogar para chicas que tenían que abandonar la residencia en que vivían por haber cumplido la mayoría de edad. Era el proyecto PISO (Programa de Integración social) en Bilbao.
Hoy son más de 30 hogares bien diferentes para responder a diferentes situaciones: la mayoría para jóvenes inmigrantes en momento de capacitación para el trabajo y para su integración social, otros son para madres en situaciones de dificultad, también para menores institucionalizados por distintos motivos…
Y eso sin contar los internados o residencias para menores o jóvenes con la finalidad de dar continuidad a sus estudios, cuando no tienen esa posibilidad en su localidad.