El último Capítulo General estableció un núcleo configurador de los otros tres: Jesús en el centro de cada escolapio, cada presencia, obra… en todo. Y para ello indicó dos claves de vida bien interesantes: la vida comunitaria y la espiritualidad escolapia.
Aquí tenemos la motivación y la referencia para todo lo que somos y hacemos: colocar a Jesús vivo y presente siempre: en una vida comunitaria bien cuidada y en la vvencia de la espiritualidad que Calsanz vivió y que los escolapios vamos actualizando.
