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La Fraternidad Provincial celebró el pasado fin de semana en el colegio de la Inmaculada (Getafe) su asamblea anual, que contó con la participación de religiosos y laicos escolapios de nuestras diferentes presencias. Como es habitual, se sumaron jóvenes que viven sus procesos de inserción en la Iglesia, desde su historia y carisma escolapias. Se trata de uno de los momentos de encuentro de las comunidades de la Fraternidad, ubicadas en diferentes presencias escolapias de la Provincia.

La Asamblea dio comienzo en la mañana del sábado, con una cuidada oración que nos llevó a ponernos en manos del Padre, para cuidar nuestras raíces. La reflexión que propuso el P. Alejandro Vásquez después fue un regalo para toda la Fraternidad, incluso para las personas que no pudieron asistir y que recibirán estos frutos cuando se lleven a las pequeñas comunidades.  El momento de compartir, a partir de la charla, nos ayudó a crecer y a cuidarnos personalmente.

Antes de comer tuvimos la oportunidad de conectarnos con Itziar Vañó, nuestra hermana fraterna enviada a Cochabamba (Bolivia) para un año. Fue un momento muy bonito en el que pudimos conocer más de cerca aquella realidad y lo que está viviendo Itziar. Comparte esta experiencia viviendo en comunidad con otras dos personas laicas de la Fraternidad de Emaús (Bienve y Amaya), los religiosos Apri y Primi, algunos jóvenes en formación y el Provincial de Brasil-Bolivia (Javier Aguirregabiria) cuando les visita.  Nos ayuda mucho sentirnos cerca de la misión que nos explicaba Itziar, ser conscientes de todo lo que construimos como Escuelas Pías y conocer la Presencia de allá.

El colegio de Getafe nos acogió y nos dio todas las facilidades para organizar estos dos días, con el P. Crispín y el P. Valentín siempre atentos a lo que necesitábamos.

Después de la comida, compartimos diferentes dinámicas comunitarias que nos permiten poner al servicio los dones personales de cada persona: la riqueza que supone compartir comunidad entre distintas generaciones, diferentes dinámicas de compartir vida en comunidad, de solucionar dificultades comunitarias o de poner en común las habilidades personales concretas para enriquecer la misión.

Al final de la tarde, celebramos la Eucaristía, en la que además hicieron su Promesa de entrada a la Fraternidad Cristina (que sigue su vinculación en Aluche) y Juliao (que se suma a la realidad fraterna de Salamanca y acompañará a los jóvenes de allí).

En la mañana del domingo se compartieron diferentes informaciones, sumándonos a la marcha de la Provincia y proponiendo diferentes actividades, encuentros, retiros, experiencias… junto al EPIC, a Itaka-Escolapios, al EPP y MCal.

Nos alegra especialmente sentirnos acompañados, religiosos y laicos, conocer los procesos formativos de los jóvenes religiosos y la historia que sigue creciendo en Betania asiática.

También destacamos el momento de oportunidad que vivimos con muchos jóvenes que buscan su inserción en la Iglesia, en las últimas etapas de MCal, y lo hacen queriendo compartir el carisma escolapio, acercándose para ello a las Escuelas Pías a través de la Fraternidad.

Terminamos después de comer, con el corazón agradecido por el encuentro y el compartir fraterno.