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El 14 de diciembre de 2025 en el diario digital «La voce di Genova» se publicaba este reconocimiento, como vemos en https://www.lavocedigenova.it/2025/12/14/mobile/leggi-notizia/argomenti/attualita-4/articolo/il-calasanzio-premiato-da-eduscopio-2025-e-il-miglior-liceo-delle-scienze-umane-di-genova.html#goog_rewarded se decía:

Desde la enseñanza DADA hasta la atención personalizada a los estudiantes, desde su historia escolapia de cuatro siglos hasta las instalaciones culturales y deportivas de Cornigliano: así es como el colegio, dirigido por profesores y sacerdotes, obtuvo el primer puesto en el ranking de la Fundación Agnelli. «Todo niño debería poder encontrar el espacio para desarrollar su mejor versión».
Calasanzio es el mejor instituto de humanidades de Génova según la edición 2025 de Eduscopio, la herramienta de la Fundación Agnelli que evalúa la eficacia de los centros educativos en la preparación de los estudiantes para la vida universitaria. Para el instituto de Cornigliano, este resultado no es solo una medalla para presumir, sino una confirmación del valor de un proyecto educativo construido día a día, con esmero, dedicación y una visión que combina innovación y tradición.
Los datos de Eduscopio reflejan la capacidad del instituto para guiar a los estudiantes en su transición a la universidad: no solo importan las calificaciones, sino también la solidez del currículo, la continuidad de los estudios y la calidad de los resultados obtenidos en los años posteriores. Estas cifras, explica el instituto, certifican «una escuela que prepara, guía y apoya».
Entre los elementos que distinguen a Calasanzio se encuentra su larga trayectoria en el método DADA: Enseñanza para Entornos de Aprendizaje. Este enfoque revoluciona la lógica tradicional: no es el profesor quien se mueve, sino el alumno. Cada profesor tiene su propio entorno, diseñado y caracterizado por la materia que imparte, transformado en un espacio vivo, temático y coherente. Filosofía en un aula inmersiva, arte rodeado de color, matemáticas entre gráficos y herramientas digitales.
Las lecciones son interactivas, participativas y, a menudo, se complementan con herramientas multimedia que acompañan la discusión. El movimiento, el cambio de espacio y la entrada a diferentes entornos en distintos momentos alteran la percepción del tiempo, reducen la inmovilidad, estimulan los sentidos y reducen la dispersión atencional.
El modelo nació en la ciudad incluso antes de la pandemia: un grupo de docentes se reunió para reflexionar sobre la situación, buscando un método de enseñanza que los uniera. A partir de esa perspectiva, cuentan, dos docentes partieron hacia una escuela piloto cerca de Roma; a su regreso, comenzó el viaje. Hoy, es uno de los rasgos distintivos de la escuela.
Una escuela que es una comunidad: «Los niños necesitan sentirse vistos, acogidos y escuchados».

Fuente e información completa en https://short.do/a92bD0