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Hay momentos especialmente difíciles por motivos personales, colectivos o de toda la humanidad. En estos momentos son todavía más necesarios los mensajeros de la Causa Invencible de Dios.

Nosotros, los cristianos, somos (debemos ser) soldados derrotados de una causa invencible, la causa de la justicia y la persona, de los Derechos Humanos y de la ayuda a los pobres, de la causa de Dios, que es la vida de las personas (Dom Pedro Casaldáliga).

Dios nos ha llamado a esa «lucha», sigue llamando a ser mensajeros de la Buena Noticia con palabras y con la vida. Los cristianos, los escolapios, somo (queremos ser) eso.