En este nuevo año, entre muchas posibles prioridades, podemos destacar tres:
- Un tiempo de compasión y solidaridad activa poniendo los medios disponibles, de solidaridad pasiva acompañando en silencio y cercanía, de solidaridad fracasada cuando nos toca asumir la situación dura.
- Un tiempo de renovación interior, de centrarnos en lo realmente importante
- Un tiempo de esperanza, agarrado a los hermanos, a la comunidad, a la buena gente que trabaja por un mundo mejor para todos.