“Para defender los derechos humanos fundamentales hace falta coraje y determinación. Me refiero a oponerse activamente a la pobreza, la desigualdad, a la falta de trabajo, de tierra, de vivienda, de derechos sociales y laborales. Piensen que muchas veces los derechos humanos fundamentales no son iguales para todos. Hay gente de primera, de segunda, de tercera y de descarte. No. Tienen que ser iguales para todos. Y en algunos lugares defender la dignidad de las personas puede significar ir a prisión, incluso sin juicio. O puede significar la calumnia. Cada ser humano tiene derecho, tiene derecho a desarrollarse integralmente, y ese derecho básico no puede ser negado por ningún país. Recemos para que aquellos que arriesgan sus vidas luchando por los derechos fundamentales en dictaduras, en regímenes autoritarios e incluso en democracias en crisis para que vean que su sacrificio y su trabajo dé fruto abundante.”
Adviento amor América animadores Asamblea Asia Betania Bolivia Brasil calasanz celebración cristianos curia documento Emaús encuentro Escuelas Pías España Formación fraternidad Fraternidades Iglesia incorporación infancia integración carismática Itaka-Escolapios laicado ministerios misión Misión Compartida Movimiento Calasanz Navidad obispo opción pastoral paz provincia recursos reflexión religiosos reto reunión Venezuela vídeos África