Especialmente en estos tiempos de confinamiento, de excesiva rutina, de falta de novedad, de diversas y entrealazadas crisis… necesitamos novedades, signos de esperanza, iniciativas de futuro.
Y van surgiendo acciones, no siempre bien orientadas, a veces con riesgo de despistarnos de lo realmente importante. Es bueno hablar de sinodalidad, de Iglesia en salida, romper la autoreferencialidad, de Pactos educativos de y todo tipo, de superar el clericalismo, de sínodo de jóvenes… y está bien con una condición: todo ello debe enriquecer y no despistar del rumbo: las claves de vida de la Orden, el impulso de la Fraternidad, la misión compartidad institucional en la Red Itaka – Escolapios, la acción educativa y pastoral hecha proceso integral en el Movimiento Calasanz, en enfoque de presencia escolapia. 
