Con profunda tristeza informamos que el templo parroquial de San Sebastián de Curarrehue (en la región de la Araucanía), a cargo de los Padres Escolapios, resultó totalmente destruido a causa de un voraz incendio.
El hecho se registró cerca de las 1.30 horas de la madrugada de este lunes 10 de enero de 2022. Todavía se desconoce la causa del incendio que destruyó también las oficinas de la Parroquia.
La Comunidad de Padres Escolapios de Curarrehue señaló que el hecho está siendo investigado por las autoridades competentes y que, gracias a Dios, no hay víctimas que lamentar. Junto con la consternación por lo sucedido, agradece la solidaridad y afecto que están recibiendo en estos difíciles momentos.
Mons. Francisco Javier Stegmeier, Obispo de Villarrica, llama a todos los fieles a “orar por la comunidad de Curarrehue y por los Padres Escolapios, que están muy afectados por este incendio, por toda la carga simbólica de este hermoso y emblemático templo”.
La iglesia San Sebastián de Curarrehue (en mapudungun: kura rewe ‘altar de piedra’) fue construida en 1953 por el Venerable Mons. Francisco Valdés Subercaseaux, conocido como «el Padre Pancho».
En este templo se inauguró la Ruta Patrimonial N° 61 creada por el Ministerio de Bienes Nacionales, en colaboración con la Fundación Fray Francisco Valdés Subercaseaux y que tiene como objetivo destacar y poner en valor el legado cultural, social y religioso del primer sacerdote chileno capuchino y obispo de Osorno”.
A primera hora “El Mostrador” publicaba: “Cerca de 50 voluntarios de bomberos, que incluyeron funcionarios del cuerpo de Pucón, fueron los que combatieron las llamas con el fin de evitar la propagación.
Alrededor de las 4:30 de la mañana, la histórica iglesia San Sebastián, construida en 1953, terminó completamente consumida por las llamas tras ser afectada por un incendio que no dejó heridos. Estos hechos ocurrieron en la localidad de Curarrehue, región de la Araucanía”.
En la Delegación de las Escuelas Pías de Chile estamos tremendamente afectados por el suceso. Desde el dolor por la pérdida y, en imitación de la tesonera paciencia de nuestro Fundador, San José de Calasanz, reiteramos nuestro deseo de servicio a la Comunidad Cristiana y hacemos votos por el resurgir material y espiritual del Pueblo de Dios que peregrina en Curarrehue.