Las Escuelas Pías es una realidad muy importante para la vida de muchas personas, sobre todo los pequeños, jóvenes y pobres.
Para que están más vivas y realicen cada día su misión mejor es preciso poner la atención en estos cuatro pilares, que no nos cansamos de recordar una y otra vez:
- La Orden de las Escuelas Pías, bien unida e impulsando las orientaciones que se marcaron en el recierte Capítulo General: centrados en Jesús desde la comunidad, con unas Escuelas Pías renovadas siempre, con unos escolapios que responden y una misión bien orientada.
- La Fraternidad de las Escuelas Pías, ese nuevo sujeto escolapio que va creciendo con más de 1.100 personas en muchos países, que va asumiendo su responsabilidad personal y colectiva de caminar junto con la Orden para impulsar la misión escolapia.
- La Red Itaka – Escolapios, plataforma de la Orden y Fraternidad, que abre muchas posibilidades, multiplica la misión y es signo y realidad de esa sinodalidad y participación que tanto necesitamos como testimonio y como impulso de la labor escolapia.
- Y el Movimiento Calasanz, bien orientado para complementar la acción educativa y pastoral para ayudar en el descubrimiento de la propia vocación y en la respuesta generosa y agradecida a ella.
Con esos cuatro pilares, bien ensamblados, vamos a avanzar mucho y muchos.