Dios sigue llamando a jóvenes a ser escolapios, que unen en su vida la triple vocación de ser educadores, religiosos y sacerdotes.
Educadores como forma de ofrecer la felicidad a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el momento actual y futuro con una ofrerta educativa integral y transformadora.
Religiosos como manera de vivir en comunidad de hermanos, dedicados plenamente a la misión de construir un mundo mejor con el propio ejemplo y con el trabajo en equipo.
Sacerdotes como propuesta de encontrarse con Jesús vivo que nos transmite la Buena Noticia de un Dios Padre que nos quiere y que nos invita a colaborar con Él en la construcción en el mundo del Reino que quiere para toda la humanidad.