Palabras de Francisco en la clausura del Foro para el diálogo y la convivencia entre Oriente y Occidente, en Baréin
Ante todo, llama la atención una constatación: después de dos tremendas guerras mundiales, después de la Guerra Fría, todavía nos encontramos al borde de un frágil equilibrio y no queremos hundirnos. Al borde del abismo…
La invitación que el Papa reitera desde Baréin es a no permanecer indiferentes: En un mundo que se ha convertido en una «aldea global», las religiones tienen la tarea de indicar el camino de la paz.
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