Desde la ventana de una de nuestras comunidades escolapias en Brasil podemos contemplar la estampa que esta foto recoge: dos niños, uno de ellos descalzo, ante la puerta de su casa, bien sencilla, en una calle que necesitaría una importante mejora, con el trasfondo de una luna que invita a mirar más arriba… y, lo más importante, un momento de felicidad en el gesto y el juego de estos pequeños.
Esto podría parecer que no es una noticia, pero en verdad es un recordatorio de que la felicidad y la presencia de Dios está muy cerca, al lado de nuestra casa y nuestra vida. Y basta abrir los ojos… y disfrutar con esos niños.