Siempre es necesario estar abierto al futuro, y quizá más en estos tiempos nuevos, de cambio.
Los escolapios estamos abriendo nuevos horizontes con nuevas presencias en países y localidades, con nuevos proyectos, con nuevos planteamientos, con pasos audaces de futuro, con la apertura a nuevas vocaciones escolapias también para el laicado…
«Afortunado atrevimiento y tesonera paciencia» decía nuestro Fundador San José de Calasanz.