Calasanz, hace más de 400 años, descubrió el mejor camino para construir un mundo mejor: hacer felices a las personas desde la infancia y para siempre ofreciendo una EDUCACIÓN cristiana transformadora de la sociedad.
En realidad él lo descubrió de Jesús, el Maestro, aquel que desde hace más de dos mil años nos mostró el camino y todavía sigue vivo en medio de nosotros… como todo buen maestro.
Hoy los escolapios seguimos ese camino que da vida a todos.