Todos sabemos que vivimos en un mundo que nos desafía profundamente. Las Escuelas Pías son una “caja de resonancia” en la que reverberan todos los retos de los niños y jóvenes de nuestro mundo, todos los sueños que albergan en sus corazones y todas las realidades sociales y eclesiales en las que viven. Esto ha sido así desde nuestro nacimiento. No puede ser de otra manera, dado que nos dedicamos a la educación, y no cualquier educación, porque la entendemos de modo integral. Dedicamos mucho esfuerzo a discernir
las llamadas que esos desafíos provocan en nosotros. Y lo tenemos que seguir haciendo. Pero en ocasiones nos olvidamos de otro desafío que es central para nosotros, y que procede de nuestra identidad. Quiero dedicar esta carta fraterna a reflexionar sobre cómo las Escuelas Pías pueden y deben sentirse desafiadas por las propias Escuelas Pías.
Fuente y carta completa en https://scolopi.org/wp-content/uploads/2024/03/salutatio-202403-ABRIL.pdf