Nuestro mundo tiene que ser transformado para que sea cada día más humano, más hermano, en todos los rincones de la tierra.
Para ello hemos de juntar todas las personas y acciones que lo hacen posible: una buen política, leyes justas, ciencia y tecnología al servicio de toda la humanidad, medios de comunicación que informen y formen, familias humanizadoras y solidarias… Y EDUCACIÓN en todos los ámbitos (escuela, familia, tiempo libre, centros religiosos, sociales, medios de comunicación, etc.).
Calasanz nos recuerda que la educación puede transformar el mundo y las personas que lo forman. Los escolapios estamos empeñados en esa preciosa misión.