El P. General nos escribe para preparar este día, 26 de septiembre:
Como cada año, el día 26 de septiembre celebramos la Jornada de Oración por todos los jóvenes que viven su proceso de Formación Inicial en el seno de las Escuelas Pías. Junto a esta carta de saludo les envío los nombres de todos ellos: los aspirantes y prenovicios, que están comenzando su camino formativo con esperanza, preguntas y confianza; los novicios, que han tomado la decisión de ser religiosos y han asumido el reto de vivir un año especialmente importante para fundamentar su vocación; los juniores, que año a año renuevan su compromiso en una preciosa dinámica de fidelidad, y aquellos que este año han hecho sus votos solemnes o han recibido las ordenaciones.
Todos ellos, cada uno de ellos, son un regalo de Dios a las Escuelas Pías, a los niños y jóvenes, a la Iglesia. Todos ellos están llamados a ser un nuevo Calasanz, el escolapio que necesitamos. Por eso oramos por ellos, por cada uno, poniendo en manos de Dios sus vidas y su vocación. No
hay nada mejor que podamos hacer por ellos, y lo haremos en esta Jornada de Oración con profundo agradecimiento por su generosidad.
Recuerdo las Palabras del Papa Francisco cuando invitó a la Iglesia a orar por los jóvenes religiosos en formación: “que todos puedan crecer en su camino vocacional a través de una formación integral (humana, intelectual, espiritual, pastoral y comunitaria) que les lleve a ser testigos creíbles del Evangelio1”. En nuestra oración tenemos presentes sus luchas, sus esfuerzos, su proceso progresivo de identificación con el Señor según las huellas de Calasanz.
Oramos también por sus formadores, para que sean para ellos acompañantes honestos de su proceso y ejemplo de autenticidad. Oramos por las Escuelas Pías que queremos construir junto a ellos, para que sean cada vez más cercanas al sueño del fundador. Oremos, sobre todo, en acción de gracias por la vocación que Dios ha sembrado en su corazón.
La Formación Inicial es muy desafiante, y está directamente relacionada con el tipo de Escuelas Pías que queremos y con nuestra respuesta a los retos propios de nuestra misión. Recordemos que el 48º Capítulo General de la Orden, cuando pensó en la formación inicial, quiso destacar
algunos puntos que parecían especialmente significativos, y que finalmente se incorporaron a nuestras Reglas Comunes. Os los recuerdo: “espíritu de servicio desde los últimos; sensibilidad por los pobres; donación de sí mismos a la misión y a la comunidad; disposición a educarse
continuamente; transparencia de vida; disponibilidad para dejarse acompañar; superación del clericalismo y del secularismo; capacitación en el tema de la protección integral del menor y el trabajo en equipo, etc.”
La Orden siempre piensa en la Formación Inicial, tal y como nos los insistió Calasanz: “Como esta tarea que traemos entre manos es de tanta trascendencia y exige personas dotadas de la mayor caridad, paciencia y otras virtudes, habrá que considerar con gran atención quiénes deben
ser admitidos o excluidos a la formación para nuestro ministerio. Pues si no se procede con gran discernimiento en la selección y admisión de los novicios y no se les da una formación muy esmerada, nuestra Obra, como cualquier otra por santa que sea, se derrumbará”.
La oración cambia nuestro corazón. Dios, nuestro Padre, ya sabe lo que necesitan nuestros jóvenes. Por eso, nuestra oración de intercesión por ellos expresa, ante Dios, nuestro agradecimiento por el don vocacional que les ha concedido y, además, cambia nuestro corazón.
La oración por ellos nos ayuda a estar más cerca de ellos y a valorar, con creciente confianza, su camino escolapio.
En nombre de las Escuelas Pías, muchas gracias por su oración. Reciban un abrazo fraterno.
Encontramos la carta y la lista de jóvenes en el proceso escolapio de formación inicial en https://escolapios21.org/wp-content/uploads/2024/09/240919-Jornada-de-oracion-por-los-jovenes-en-FI.pdf